La moda y los disfraces

Los disfraces ocultan temporalmente la identidad, la sustituye. En el origen, el disfraz (en específico la máscara), estaban asociados al tiempo de carnaval y los días de soltura moral, donde se disfrutaba el coqueteo de incógnito. La moda, en cambio, pretende resaltar y distinguir a quien la viste. Sin embargo, en el curso de la historia ha sido mucho lo que la moda ha aprendido del disfraz.

En las Mascaradas o bailes de máscaras ingleses del siglo XVIII , eventos heredados de los carnavales venecianos que se remontan al siglo XI, había quienes iban vestidos de manera elegante y formal. Sin embargo, el elemento distintivo que llevaban eran precisamente las máscaras. Posteriormente, el disfraz se popularizó. Los más comunes eran trajes de personajes de la comedia teatral, de monjas y monjes usados con sarcasmo, así como los vestidos de marineros y extranjeros.

Las máscaras cayeron en desuso, pero los bailes con las vestimentas elegantes, complejas y fantasiosas continuaron. Los referentes para esos vestidos sofisticados seguían siendo otros reinos y cortes; mientras más lejanos y exóticos, mejor. En las fiestas de la realeza y las clases más altas siempre figuraban los trajes inspirados en aquellas culturas lejanas en el tiempo o la geografía, o en la mitología y la literatura. El límite entre los disfraces y la moda se torna particularmente difícil de establecer en este contexto.

Ingrediente de los diseñadores

Lo estrafalario y lo bizarro siempre ha sido elemento natural de las pasarelas, ingrediente inequívoco de los diseñadores. En estas fechas reconocemos la influencia de la estética de Halloween en la moda. El estilo gótico y el glamour dark han pisado los desfiles de moda ya varias veces. Por ejemplo, en diseños de Valentino y de John Galliano.

Así, las máscaras y la moda se fusionan en colecciones de moda de alta costura, pero también en la moda que llega a todos nosotros. La usamos para las fiestas de esta época en la que vestimos de personajes de películas como “El Resplandor” o “Halloween”. Adaptamos nuestra vestimenta diaria para lucir de miedo, y complementando nuestros disfraces siempre están unas Offlander de huesos bordados, con catrinas o con calaveras.