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Suelas amplias, piel espesa y caña alta. Las características de las combat boots las hacen un calzado funcional y cómodo. Si bien hoy son un básico en todos los closets, las botas urbanas se identifican especialmente con ciertos estilos. Y, dentro de las modas icónicas de las que son emblema está el grunge.
El término grunge comenzó acuñado a un género de música. Hablamos de la vertiente del rock alternativo que ubicamos con Nirvana, Soundgarden y Pearl Jam, entre otros. ¿Qué tenían en común además de una propuesta musical radical y única? Su look.
El rock de los 80 tenía una estética glamorosa y espléndida. El grunge es todo lo contrario. No es que vaya en contra de la moda, sino que la ignora. Para el grunge, la apariencia no es importante, así que las tallas, combinaciones y accesorios no tienen relevancia. Según Jean Paul Gautier, es “la manera en la que vestimos cuando no tenemos dinero”. ¿Cuándo es necesario comprar una prenda? Cuando la que estamos usando realmente ya no puede usarse más. Así, el look se define por prendas básicas y, lo más importante, duraderas.
Camisas de franela, pantalones de mezclilla, chamarra de piel. Y, de zapatos, dos opciones fundamentales: combat boots o Converse Chuck Taylor high top.
Como varias veces ha pasado, lo que comienza como un movimiento en las calles y de la gente, es retomado por la clase alta. En este caso, el primero en “inspirarse” del grunge fue el diseñador Marc Jacobs, quien presentó su primera línea grunge en 1992. En poco tiempo, le siguieron Anna Sui y Christian Francis Roth.
Así, ya no solo Kurt Cobain y Dave Grohl mantenían vivo el look, sino que Winona Ryder y Drew Barrimore, entre otras actrices, llevaron también el estandarte del grunge. Hoy, el grunge es un estilo atemporal que todos adoptamos de vez en cuando. Entre sus principales fans están la actriz Kristen Stewart y Mary Kate Olsen.
